viernes, 25 de junio de 2010

EL FORMALISMO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN CIENCIAS PARA LA SALUD

Autor: Mario Posso Rojas
La presente es una discusión académica, de orden epistemológico, de la relevancia del “formalismo” con la cual se pretende generar ciencia a partir de las investigaciones en ciencias para la salud (sobre todo medicina humana) principalmente en países subdesarrollados como el nuestro.
En principio diremos que no solo la epistemología, que es en realidad una parte muy importante de la gnoseología, se atribuye el merito de decir que es ciencia o no; también ese mismo merito se atribuye el materialismo dialéctico y por ultimo la misma comunidad integrante de la propia ciencia.
El problema radica en observar o mejor dicho adueñarse de la verdad, y de lo que se cree que es racionalidad de esa verdad, eso significa conocer la cosa en si (Kant); y como esa cosa o fenómeno nos lleva a que no solo basta conocer esa cosa, si no los que se asocian de una u otra manera con esa otra cosa, perturbando su observación o acomplejándola o mejorándola.
De todas las posturas filosóficas la que mejor a dando en el blanco, eso se puede observar viendo la cantidad de los premios Nobel (lo más respetado en el mundo académico al menos en ciencia), son los epistemologos que han guiado a descubrir los denominados nuevos o mejorados conocimientos. Es decir un filosofo le dice a un investigador científico los lineamientos teóricos para descubrir o crear la nueva metodología o técnica que le permita encontrar o refutar el “conocimiento” en su propia disciplina.
La razón de su acierto es que la mayoría de epistemologos son personas que de una u otra manera también hacen investigación científica, es decir son científicos y conocen filosofía. Entonces el actual requisito para ser epistemologo-científico es saber filosofía (no basta leer los clásicos en su idioma o en su mejor traducción, sino ver su pertinencia y hacer innovaciones en ella), denominar una ciencia (eso implica denominar el corpus teórico), y obviamente saber lógica-matemática (no confundir con la creación absurda del razonamiento lógico-matemático).
Entonces actualmente es muy difícil realizar investigación científica de alto nivel, sino se tiene esa preparación académica y una tradición científico-política-tecnológica que permita generar un corpus teórico que puede tener el rango de ley, teoría, hipótesis …
Debido a que no todas las personas pueden realizar este aprendizaje de ciencia-filosofía-matemática, entonces se hacen equipos de trabajos donde el filósofo ayuda al científico a encontrar el conocimiento en su propia ciencia y este a su vez se ayuda de otros científicos o personal técnico para encontrar la ruta que le lleve a conocer la cosa en si o el fenómeno que ocurre en un determinado “espacio-tiempo”. Estos equipos una vez armados a veces terminan dentro de organizaciones políticas internacionales (como la OPS y OMS) que crean lo que se denomina lineamientos de investigación en su propia disciplina, es decir rutas para llegar al conocimiento, los cuales se convierten en lo que se denomina una “Guía para escribir un protocolo de investigación” la cual tiene el mismo esquema básico que las otras ciencias para la salud y otras ciencias y/o disciplinas afines.
Actualmente existe la tendencia de guiarse a ciegas de cada uno de los elementos (título, problema, justificación, marco teórico, objetivo, metodología, análisis de resultados, bibliografía, cronograma, presupuesto, y anexos) que dice dicho esquema, en este sentido deja de ser una guía y se convierte en un manual de procedimientos de la cual si se obvia un elemento tu encuentro de la cosa en si deja de ser divulgado, y menos tomado en cuenta.
Lo más curioso es que esta guía fue difundida, (esto se debe a las revistas más prestigiosas como Sciencie, Nature y otras), con el fin de ser más fácil la lectura de la publicación de los resultados encontrados en una comunidad científica (la guía fue establecido para los biólogos, químicos y físicos), estas revistas por ahorro de espacio y sobre todo de metodología se simplifico a cuatro elementos claves (título, introducción, análisis de resultados y bibliografía) y estos se deja al criterio del investigador si obvia estos pasos ya que se prioriza la lectura legible y fundamentada del descubrimiento de un fenómeno. Pero la tendencia de la universidad peruana o de una institución de salud fue convertirla en pasos escalonados, primero haces que la guía (proyecto de investigación) se convierta en tesis o de inversión, luego esta se convierta en publicación con todos los elementos sean o no redundantes.
Entonces el formalismo se convierte en apariencias, tiene todos los elementos de una investigación (que puede servir para tesis de principiantes o de pre-grado) pero no aporta ninguna conocimiento y por eso que ninguna revista científica confiable lo publica. Las revistas de prestigio, más prestigio que la OPS y OMS juntos (recordar que ni un equipo de estas organizaciones gano el premio Nobel de Ciencia), no se impresionan por los formalismos, tampoco por lo grados que tiene una persona, (aunque son una guía de trayectoria investigativa), o los cargos que pueda a ver tenido o tiene, o por la foto o apariencia del investigador, lo único que tienen en cuenta es si esa persona tiene algo “nuevo” que aportar en la investigación, hasta se visto casos de investigadores que la revista les ayudo en la corrección de estilo y gramática.
Es más la historia de la publicación de conocimientos demuestra que no es indispensable tener un grado o un título para decir que se conoce o no una materia, tampoco el examen de conocimientos es requisito indispensable sino saber donde encontrar la verdad y como hallarla, ahí tenemos ejemplos notables como Einstein publico sus resultados por su cuenta y sin ninguna "guía", a pesar de los problemas que tenía en matemática de alto nivel no le impidió establecer posibles fórmulas que expliquen fenómenos físicos y sin experimentación (o mejor dicho observación de los eclipses) propia, y a parti de ella generar un cisma en la física Newtoneana y general.
La receta para poder encontrar un conocimiento, es bien simple, pero tediosa, primero domina tu especialidad (la que más te agrade) genera conocimientos en ella con lo que sabes y/o con lo que encuentras con la investigación científica, y luego difunde teóricamente y/o prácticamente ese conocimiento con la sociedad. Solo así podrás contrastar tus conocimientos y posiblemente mejorarlos o ampliarlos.
Por ultimo no es recomendable, sobre todo en medicina humana (debido a que la medicina no tiene objeto de estudio propio, de ahí que hay un consenso epistemológico en no ser catalogada como ciencia, sino una unión de varias ciencias con el fin de tratar algo) en ir en la dirección de un determinada línea de investigación (ejemplo: tratamiento con un determinado elemento a las células cultivadas in vitro, con el fin de disminuir células cancerígenas), sino hacer investigación en lo que nadie o pocos han prestado interés y a partir de ella generar una nueva línea de investigación que genere un objeto de estudio propio a la medicina, el cual derivara en una metodología propia para las futuras investigaciones médicas.
De ahí que es vital romper cadenas de formalismos y es indispensable que el alumno universitario (ya que él tiene el dominio especializado en una ciencia o tecnología) y no así el del colegio (por más que sea de los mejores alumnos) pueda por si solo descubrir un conocimiento sin manuales esquemáticos y engorrosos, y simplificar la difusión de sus conocimientos de la manera más legible y contundente; y esa tarea tiene que aprenderla desde el primer ciclo y debe estar guiado por sus maestros a una especialización que ayude a solucionar los problemas de salud que tiene y va tener la población.
En resumen como diría Platon en las Cavernas de su famosa, y poca leída y menos comprendida, República "solo te acercas a luz mientras no estas encadenado a las tinieblas".

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